CAROLINA DURANTE

Carolina Durante desprenden nostalgia joven. Miembros de la tribu juventud, posiblemente hastiada, dolida, agotada, o desesperanzada. En su disco debut homónimo, hay existencialismo y dudas vitales. 

Sus letras descansan sobre una base pop punk de buena factura, sin nada que suene mainstream (si es que este término significa algo hoy en día), pero nada que suene confuso tampoco. Durante muchos momentos, recuerdan a una época muy concreta, principios de los 80 en España. Tal vez sea eso lo que les hace extrañamente familiares. Y es que sin parecerse a nadie en concreto, suenan como si llevaras escuchándolos mil años. Hablan desde su juventud, pero como cronistas cansados de su propio tiempo. Son observadores curiosos y, pese lo “feliz” del ritmo, suenan desencantados. Llamas de hartazgo, y una frase asertiva (un recurso que no por ser usado, pierda eficacia): “Dinero hace sentimiento”.